¿Qué es la autoestima y de dónde nace?
La autoestima no es arrogancia, ni egocentrismo.
Tener una buena autoestima significa sentirse digno, válido, capaz de tomar decisiones, de equivocarse, de aprender. Es la relación que tienes contigo mismo, y como toda relación, se puede cuidar, mejorar y transformar.
La autoestima no es arrogancia
Confundir autoestima con soberbia es un error común.
Una persona con alta autoestima no necesita demostrar nada a nadie, porque sabe quién es. La arrogancia, en cambio, muchas veces esconde inseguridad.
Las raíces de la autoestima: familia, escuela, relaciones
La autoestima comienza a desarrollarse en la infancia, a través de los mensajes que recibimos:
-
¿Me sentí visto o ignorado?
-
¿Me valoraban por lo que era o por lo que hacía?
-
¿Me permitían cometer errores?
Pero incluso si tus raíces no fueron sólidas, puedes fortalecerlas ahora. No estás condenado a sentirte menos.
¿Por qué es tan importante la autoestima?
Tener una autoestima sana es fundamental para vivir con equilibrio.
Influye en cómo nos relacionamos, cómo trabajamos, cómo nos hablamos y cómo tomamos decisiones.
Efectos en relaciones, trabajo y salud mental
Quien tiene baja autoestima suele aceptar relaciones tóxicas, cede constantemente, no se atreve a pedir lo que merece, duda de sí mismo, se autosabotea.
Por el contrario, una autoestima fuerte protege, guía y empodera.
Señales de baja autoestima
-
Necesidad constante de aprobación
-
Miedo a decepcionar
-
Diálogo interno negativo
-
Evitación del conflicto
-
Sensación de no ser suficiente
Estrategias psicológicas para aumentar la autoestima
La autoestima no mejora con afirmaciones vacías o frases motivacionales pegadas al espejo.
Se fortalece con acciones concretas y coherentes, cada día.
Cambia el diálogo interno
Habla contigo con compasión.
En vez de decirte “qué estúpido eres”, empieza a decirte “cometiste un error, pero sigues aprendiendo”.
Tu mente escucha todo lo que dices.
Reconoce tus logros
Haz una lista de pequeñas victorias diarias.
Desde “me levanté a tiempo” hasta “dije lo que pensaba”. Cada acto de autocuidado construye autoconfianza.
Aprende a decir “no” y a poner límites
Respetarte significa no sobrepasar tus propios límites solo para agradar a los demás.
Decir “no” cuando algo no te hace bien es un acto de amor propio.
Rodéate de personas que te valoran
Las personas que constantemente te critican, minimizan o invalidan erosionan tu autoestima.
Busca relaciones donde te sientas visto, respetado, valorado.
Qué evitar si quieres fortalecer tu autoestima
El constante auto-compararse
Compararte con otros es injusto: no conoces su historia completa.
Tú no eres ellos. Tú eres tú. Y eso es más que suficiente.
La trampa de la perfección
La perfección no existe.
Buscarla solo genera ansiedad, bloqueo y frustración.
Permítete ser humano.
Conclusión: tu valor no se negocia
Tu valor no depende de cuántas cosas hagas, de cuántos likes tengas o de cuántas personas te aprueben.
Tu valor ya está dentro de ti, y merece ser reconocido, cuidado y defendido.
La autoestima se construye paso a paso, decisión tras decisión.
¿Quieres empezar a construir una autoestima más fuerte?
Reserva ahora tu primera sesión gratuita y empecemos juntos este camino de reconexión contigo mismo.
Es el momento de volver a verte como realmente eres: una persona con valor, fuerza y dignidad.